miércoles, 3 de enero de 2018

CLAUDIO PERNA Y LA GEOGRAFÍA COMO DETONANTE DE UNA FOTOGRAFÍA CONCEPTUAL


Cuando el artista regresa de su largo viaje hay que escuchar con mucha atención a sus mensajes
Claudio Perna

Zona VII

El atrevimiento y el riesgo hicieron su habitáculo en la sala Juan Germán Roscio de la Biblioteca Nacional desde el 31 de agosto de 2017. Desde entonces, la hiperactiva visión de Claudio Perna (1938-1997) envuelve a quienes aún vivimos el asombro de su ausencia.















          Al ingresar a la sala, vale la pena detenerse en el hermoso texto de Slady Loaiza “los lugares de la utopía” pues, a través de él, nos plantea esta como “...una construcción simbólica capaz de imaginar y construir nuevos modelos de mundo como alternativa al orden establecido.” allí, nos hace ver que el arte y los proyectos éticos, por fortuna siguen siendo los lugares de la utopía y se enfrentan a un tiempo en el que las otras actividades del hombre carecen de ella.
Son varios los escenarios recreados museográficamente para mantener esa atmósfera que caracterizo a Perna siempre  rodeado  de archivos, proyectores,  catálogos; todo desde un aula poblada de pupitres en la que podemos ver cómo las ideas que emanaban del estudio de la geografía y su relación con lo humano, pudieron convertirse en palabras sobre las pizarras para entender que una cámara fotográfica  es solo un dispositivo para la captura; lo demás, es mirar, interpretar, construir, proponer intercambiar  mensajes, es decir:  decidir sobre lo capturado.

En un aparte de la sala, su habitación protegida por entidades mágico-religiosas nos permite comprender el espacio del pensamiento, el amor y el sueño del artista.  Claudio se confronta con la mirada ajena desde lo intimo, lo domestico, lo profesional y lo espiritual;  desde allí, como siempre lo hizo,  permite la co-creación de una obra.


Claudio Perna 20-40 Archivo vivo y memoria es un encuentro con cientos de copias, diapositivas, escritos, intervenciones, además de archivos, anotaciones e instalaciones que  hacen de esta exposición, un espacio para repensar la imagen y, aún más allá, repensar la interpretación de nuestra idea de existencia en la naturaleza. Claudio nos invita a unir ciencia, arte, razonamiento y sentimiento.

Zona V

Esta exposición  que  permanecerá hasta este el 18 de febrero  es una oportunidad para quienes, aun 35 años después, no aceptan su “locura” y se encierran en la negación  a aceptar que  al ubicar la obra de este artista  en el contexto actual, se puede entender de manera clara  su obsesión con ser parte del tiempo: ese que le tocó vivir, uno que respondía a importantes confrontaciones estéticas mientras gran parte de la fotografía nacional  no terminaba de desarroparse en su letargo modernista. Tal vez esa obsesión, lo llevó a problematizarlo, interpretarlo y en algunos casos, desbordarlo. 
Después de ver y estudiar esa relación Geografía -Tiempo- fotografía,  la interrogante que nos surge es: ¿hemos entendido el nuestro? por ello volvemos a 2016 y unimos la iniciativa de la Biblioteca Nacional con  actividades anteriores relacionadas con Claudio Perna, lo que nos coloca en perspectiva para comprender lo valioso y afortunado que fue el homenaje que ese año le hiciera la organización del Festival Meridafoto. Recordamos que a través de la convocatoria de untalclaudioperna  nos acercamos a su legado a través de la palabra, obra y presencia del hoy desaparecido Fernando Carrizales.



Ahora, ante la  intensa conexión de Claudio con la geografía, nos hacemos eco de Loaiza cuando expresa: “... es traerlo con la imagen de su obra que nos hace leerlo una y mil veces: unas para contemplarlo, otras para comprenderlo, pero sin duda, todas para disfrutarlo."

Zona III


Claudio Perna 20-40 (20 años de la desaparición del artista y 40 de la fundación del archivo Audiovisual) es un viaje a los inicios de nuestra fotografía conceptual, pero también un paseo por las distintas maneras de  descomponer el esfuerzo de muchos de los que trabajaron en ella gracias a la  lentitud en el funcionamiento institucional.  Lamentablemente, debemos señalar el descuido en el que se encuentra la sala luego de 100 días de inaugurada; proyectores descompuestos que no permiten ver la obra Urbano-rural (estudio del paisaje venezolano)  que  recoge en su diaporama más importante

Por otra parte, fotografías y paneles despegados, luces quemadas,  imágenes  desprendidas de sus soportes en las vitrinas.  En fin, esperamos que siendo Perna uno de los fundadores del Archivo Audiovisual de la Biblioteca Nacional (uno  de los más importantes de Latinoamérica)  se atiendan estos detalles de conservación y difusión  para lo que queda de esta importantísima muestra hasta febrero de 2018.

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